miércoles, 28 de noviembre de 2012

¿QUÉ APRENDEMOS CON EL JUDO?


Uno de los objetivos que tenemos como docentes se basa en transmitir al alumnado una educación física integral que desarrolle experiencias motrices, no tanto en cantidad sino en versatilidad y calidad. Delante esta apreciación personal, el judo y los actividades de lucha se presentan como contenidos de gran valor educativo porque son muchas los virtudes que estas nos aportan.

El Judo como práctica deportiva de actividad física desarrolla su gran poder socializador y su aportación de valores éticos y morales para la formación del individuo. De esta manera, es pueden trabajar conceptos como la compañerismo, el espíritu de lucha, el saber ganar y perder y respetar los normas establecidas entre otros.


       Delante este tipo de planteamientos, el tratamiento del judo y las actividades de lucha en las aulas deben ser enmarcadas por el calificativo 'educativo' permitiendo así trabajar calidades como la lealtad, la cooperación, el valor, la resolución, la fuerza de voluntad o el dominio de sí mismo.

Enseñar esta asignatura nos permitirá desarrollar metas educativas y pedagógicas aplicadas al deporte de iniciación, dejando de lado visiones más competitivas para acercarse a un tratamiento donde la motricidad sea un elemento común y el alumnado el protagonista de la práctica educativa.

La justificación educativa del judo incluye un aspecto afectivo muy importante para el alumnado, el combate entre dos personas. Gracias al contacto corporal se transmite no solamente la fuerza, sino componentes de tipo afectivo y emotivo. Todo esto permite enriquecer al docente y al propio alumnado.






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